Personalmente creo que Sepultura va a luchar siempre contra el fantasma de su pasado, creo que eso nadie lo puede negar, pero también debo resaltar que la perseverancia y el trabajo duro tarde o temprano tienen resultados y creo que con la banda de Andreas Kisser y compañía, ha sido así. Si aún no te sacas de la cabeza a los hermanos Cavalera, simplemente va a ser imposible analizar un disco de la banda, hay que avanzar y ver el presente, así de simple. No son los Sepultura de los cuales nos enamoramos hace décadas, pero sigue siendo una buena banda que graba cada disco como una verdadera agrupación, con dedicación, con entrega y cariño.
Sepultura ha venido tomando un sello y una personalidad desde “Dante XXI” el año 2006 y con “Kairos” el 2011 creo que se define con mayor énfasis lo que he dicho. La banda se nota ya con un poder, una fuerza, una energía distinta, y eso vaya que se agradece. Este disco es el primero que la banda lanza bajo el gran sello Nuclear Blast y fue producido por el conocido Roy Z.