jueves, 16 de febrero de 2012

Opeth – “Heritage”: Cuando el patrimonio comienza a pesar

Luego de que el disco “Watershed” fue recibido bien por la crítica y los fans, la verdad nadie sabía como iba a ser el nuevo disco de Opeth, ni siquiera la misma banda o su líder Mikael Akerfeldt. Sabíamos que la banda estaba experimentando cambios serios en su composición y visión, pero creo que “Heritage” dejó impresionados de buena forma a un grupo de fans, como también de mala forma tomado por el otro sector.

“Heritage” entrega a una banda sumamente madura, como también inmersa en una experimentación total, alejándose del metal más extremo y abrazando el rock progresivo. Las voces guturales finalmente han desaparecido y eso ya se sabía de antemano. No incluyo el disco “Damnation” debido a que pese a no tener este tipo de voces se sabía que el disco era un “caso especial”. Opeth ha tenido la evolución musical que todo el mundo sabía que iba a tener, aunque otros intentaban ni pensar en eso aferrándose a siempre tener una banda que ha sabido mezclar la brutalidad, el feeling, la técnica y progresión.

Muchos asimilan este cambio al acercamiento que ha tenido Akerfeldt con Steven Wilson (Porcupine Tree), pero la verdad que este no creo que haya influido en esta evolución, la cual es natural en una banda como Opeth, sabíamos de antemano que la brutalidad y el esquema de sus inicios le quedaría pequeño ante tanta majestuosidad que la banda iba teniendo disco tras disco y eso demuestra que Mikael Akerfeldt siempre ha tenido en mente buscar cada vez más sonidos y formas de enriquecer la música de Opeth.

Sinceramente siento que este disco no hay nada que se asemeje a los creados anteriormente por la banda, un sonido y forma de componer único, quizás solamente la introducción que lleva el nombre del disco, con piano, nos haga un leve recuerdo de lo anterior, con una melodía sutil. “The Devil’s Orchard” simplemente te pega inmediatamente en la mandíbula dejándote en estado de shock, porque inmediatamente te inundas en al progresión del tema, rockero y experimental. Luego y en un buen orden continúa “I Feel The Dark”, la cual comienza más tenue pero que a medida que pasan los minutos toma los mismos tintes progresivos.

A medida que pasan las canciones “Slither”, “Nephente”, Häxprocess” hasta la última “Marrow Of The Earth” simplemente hacen que este disco de 10 canciones sea una bomba de rock progresivo y experimental, con suaves toques densos. Ojo, que pese a todo lo dicho uno sigue escuchando a Opeth, porque hay ocasiones que los cambios son tan drásticos que desconoces hasta la banda, pero en esta ocasión no es así. Siempre te das cuenta que la banda tras este disco es la que impresionaba lanzamiento tras lanzamiento, y en esta ocasión no fue la excepción. El resto de los integrantes (Fredrik Akersson en guitarras, Martin Mendez en bajo, Martin Axenrot en batería y Per Wilberg en teclados, este último dejando la banda tras el disco y siendo reemplazado por Joakim Svalberg que también participó en el disco como invitado) hace una correctísima interpretación, grandes músicos sin excepción y por algo Akerfedlt los ha elegido.

Lo que si debo reconocer y admitir es que me ha costado trabajo digerir el disco, no digo que sea malo, al contrario, pero ya no estan esas melodías o riffs que que te transportaban por momentos llenos de emoción y melancolía, cuesta enamorarse de partes de canciones o de canciones completas. Así también con la voz de Mikael Akerfeldt, la cual cuando cantaba de forma limpia te trasladaba a muchos parajes y siento que la voz deja de ser elemento principal y especial en la banda. Tampoco me gustó el sonido final que tuvo el disco, el cual suena muy grave y poco limpio, lo que le resta poder disfrutar más de la experimentación de este disco 2011. Hasta la portada perdió esa mística especial que traía la banda. Según Akerfedt significa que el árbol demuestra el presente, como la banda ha florecido, mientras que las raíces y el infierno representan la parte más metalera de la banda. La verdad no le veo por donde demostrar en este disco lo anterior, lo que fue una mala jugada a mi parecer.

De patrimonio el disco tiene bien poco la verdad, pero eso es solo algo que el tiempo dirá, el presente, el ahora, solamente indica que estamos frente a la evolución de la banda, el que muchos no querían que llegara. “Heritage” es un buen disco, pero en donde se ha llegado al momento del extremismo, debido a que las mentes más abiertas y progresistas lo aceptan, mientras que los más radicales y extremos lo miran de reojo. Simplemente... juzgue usted y cree su propia impresión.

1 comentario:

Pearl Vedder dijo...

Excelente crítica, creo que ha sido una de las mejores, más sinceras y concretas que pude haber leído acerca de este excelente discazo.
Es una tristeza ver como algunas personas creen que una banda no se pueda permitir su maduración musical experimentando y consolidando su sonido de formas muy diferentes a las cuales comenzó.
Hace menos de un mes tuve el privilegio de verlos en México y debo aceptar que me dejaron con un excelente sabor de boca, porque lo que ves, es lo que hay, muchos piensan que es pretenciosa la perspectiva actual de la banda, pero cuando existe virtuosismo, creo que la petulancia queda detrás dejando a la vista lo obvio.
En el concierto, Mikael hizo el comentario acerca de que ellos nacieron en los 70's y por ello estaban muy influenciados por el rock psicodélico, por lo tanto que no nos extrañaramos de que por fin esas influencias salieran a la luz.
En fin creo que por algo, Opeth se encuentra en el segundo lugar de mis bandas favoritas.
Saludos