Anathema es una banda muy
especial. Quienes hayan seguido su carrera bien saben de ello y, pese a que ya
no se les puede considerar como una banda de “metal”, sigue arraigada
fuertemente a la escena por los fans que los han seguido a lo largo de los años,
desde ese Ep llamado “The Crestfallen” hasta ahora. Bueno, tampoco me pondré a
catalogar el sonido de la banda, eso es algo que cada vez está quedando más en
el pasado y no pretendo acá ponerme a asignarle un nombre al sonido que esta
banda oriunda de Liverpool nos entrega en cada disco.
Los hermanos Cavanagh y compañía ya
nos tienen acostumbrados a ir variando sus discos, sus entregas. La evolución
es más que obvia y notoria, como también los fans que les gusta eso y otros que
se han ido alejando, pero eso es decisión e cada uno y lo importante es lo que
nos quiera entregar la banda, lo que quieren comunicar y Anathema simplemente
fluye…
“The Optimist” es el onceavo
disco que la banda nos entrega y la verdad nos vuelve a sorprender con su
sonido. Este nuevo disco viene a ser una continuación del disco “A Fine Day To
Exit” del año 2001, no por su sonido, sino por su historia. Recordemos que
aquella producción relata más menos la historia de un hombre y su intento de
escapar, con un destino desconocido que no se alcanzó a resolver. Bueno, este
nuevo disco viene a concluir de alguna forma la historia.
Siento y creo que Anathema de
alguna forma siempre sigue la línea de alguna forma al disco anterior pero le
inyecta nuevos sonidos. Nunca son lo mismo pero sigue esa línea evolutiva que a
uno no le desagrada, entiende y que encuentra lógica. El nuevo disco tiene más
elementos electrónicos e influyen mucho más en el resultado. Para la gente que
no esta tan acostumbrada a eso te golpea sin duda, pero tal como mencione,
finalmente lo vas digiriendo, entendiendo y aceptando.
Bueno, el disco comienza con la
intro llamada “32.63N 117.14W” ¿Es un raro nombre? Sí, pero la verdad no es
descabellado, debido a que corresponde a la coordenada de la playa Silver
Strand en San Diego, que es el último lugar conocido de este personaje del
disco “A Fine Day To Exit” y que aparece en la portada. A partir de esto, comienza
la narración e historia. Esta introducción solo es el sonido de las olas y un
hombre caminando por la arena antes de entrar al vehículo y sintonizar la radio
hasta que comienza un ritmo electrónico que da paso al segundo tema que es “Leaving
It Behind”, un tema bien energético y potente, donde ya aparecen los sonidos de
Anathema y la voz inconfundible de Vincent. Por lo general todas las bandas
comienzan sus discos con canciones que transmitan eso y que den el primer
batatazo.
El disco continúa con “Endless
Waves”, donde aparece la voz de Lee Douglas y donde los sonidos vuelven a la
calma, una canción mucho más emotiva. “The Optimist” es la canción que sigue y
que le ha dado nombre a este nuevo disco y sigue el mismo patrón, una canción
más sutil y relajada, con sonidos suaves y donde cada instrumento fluye y
genera su propio ambiente, donde no desagrada ni los teclados ni
sintetizadores, como también se disfruta esa potencia de la guitarra que va
tomando ya al final de la canción, en esta tema la diferencia en que la voz
principal ya varía entre Lee y Vincent.
A continuación aparece “San
Francisco”, canción instrumental muy cargada a sonidos más electrónicos y cuyo
ritmo hace el quiebre para que aparezca la siguiente canción que es “Springfield”
y que fue la escogida como primer single del disco. Obviamente la historia del
hombre continúa, sigue este viaje y de hecho la única “letra” de esta canción
es la frase “¿Cómo llegué aquí? Yo no pertenezco aquí”. Bueno, creo que este
tema fue bastante bien escogido como sigue debido a que entrega muy bien la esencia
de Anathema, del disco, una canción bien representativa y que al oído es muy
grata.
Con “Ghosts” sigue la voz de Lee
Douglas encantando y es un tema también muy relajado, más que el anterior y que
demuestra también la letra, la confusión del personaje. Da la sensación que en
esta historia esta canción, donde predominan los teclados, suena en la cabeza
muy avanzada la noche.
“Can´t Let Go” es la canción que
sigue, donde aparece nuevamente la voz de Vincent y quiebra un poco la calma
con un sonido mucho más movido, es como decir de alguna manera, el tema más “comercial”
sin desmerecer o darle un tinte de “desagradable” ni mucho menos. Uno piensa
acá la evolución que ha tenido la banda, se te viene a la mente ese contraste
de por ejemplo “Lovelorn Rhapsody” del primer disco y ver el largo camino y
cambio que ha tenido la banda. Ojo, no habla ni de bueno ni de malo, acá la decisión
de seguir a la banda y encantándose o desanimándose con cada evolución es de
cada uno, por mi parte veo el vaso medio lleno.
La calma y serenidad vuelven con “Close
Your Eyes”, interpretada por Lee. Obviamente genera otro quiebre en el disco
dado el ritmo de la canción anterior y que acá predomina el teclado, pero en Anathema
funciona, siempre funciona.
"Wildfires" es la
canción que sigue se retoma de algún modo el sonido de Anathema, un tema lento
que revienta al final, al igual que “Back To The Start”, tema que le da el
cierre de gran forma a este disco. Una historia de desahogo y cuyo final casi
queda abierto nuevamente, dando a entender de que el personaje vuelve a su vida
“normal”, o quizás vuelve al comienzo para emprender un nuevo camino ya pensado
luego de este “día de furia”.
Con 11 canciones y casi una hora
de duración, Anathema ha creado un gran disco, aparentemente simple en su
sonido pero complejo de digerir, no solo por la música, no voy a ese punto,
sino que en su atmósfera, a ese sentimiento que entrega, un disco con toques
oscuros y sensibles. Tal como dijo la banda, “el disco se siente como una
película”, donde cada canción marca una escena y vaya que es cierto. “The
Optimist” nos entrega esta nueva cara camaleónica de la banda y que uno
agradece.
Tracklist:
01. 32.63N 117.14W
02. Leaving It Behind
03. Endless Ways
04. The Optimist
05. San Francisco
06. Springfield
07. Ghosts
08. Can't Let Go
09. Close Your Eyes
10. Wildfires
11. Back To The Start
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